Agradece al tiempo que, mucho más sabio que tú, no apresure tus horas de dolor ni se demore en tus momentos de dicha, sino que te los mida con la misma igualdad, con la misma ecuanimidad generosa.
Agua por mayo, pan para todo el año.
Ajeno es todo lo que nos viene en deseo.
Al comprenderme a mí misma quiero comprender a los demás. Quiero realizar todo lo que soy capaz de hacer.
Al contacto del amor todo el mundo se vuelve poeta.
Al fin todo se hundió... y tu mirada se torció y se deshizo en un cielo turbio y revuelto... Y ya no vi más que mis lágrimas.
Al principio todos los pensamientos pertenecen al amor. Después, todo el amor pertenece a los pensamientos.
Al público no hay que dárselo todo masticado, como si fuera tonto. A diferencia de otros directores que dicen que dos y dos son cuatro, Lubitsch dice dos y dos... y eso es todo. El público saca sus propias conclusiones.
Al que todo lo pierde, le queda Dios todavía.
Algo habrá de malo en la riqueza cuando a todo el mundo le da vergüenza confesar que la tiene.
Algunas personas nunca aprenden nada, porque todo lo comprenden demasiado pronto.
Allí está todo lo que necesitas, sol y luna y estrellas, pues la luz que reclamas habita en tu interior.
Ama como puedas, ama a quien puedas, ama todo lo que puedas. No te preocupes de la finalidad de tu amor.
Amantes viejos, sobran las palabras para entendernos. Todo lo hemos dicho y hasta nuestro silencio es un dulce silencio repetido.
Amar no es solamente querer, es sobre todo comprender.
Amar y saber, todo no puede ser.
Amor de madre, que todo lo demás es aire.
Amor no tiene nada que ver con lo que esperas conseguir, sólo con lo que esperas dar; es decir, todo.
Amor y deseo son dos cosas diferentes; que no todo lo que se ama se desea, ni todo lo que se desea se ama.
Antes de armas tomar, todo se debe intentar.
Aprendan todo cuanto puedan acerca del simbolismo; luego, olviden todo cuando estén analizando un sueño.
Aquellos que creen que lo saben todo nos fastidian a los que realmente lo sabemos.
Así como la desgracia hace discurrir más, la felicidad quita todo deseo de análisis; por eso es doblemente deseable.
Así toda la vida; errancias, cantos, mares, desiertos, ciudades, reflejos fugaces de todo lo perdido para siempre.
Aunque no lo creas, no todo está perdido.