...para mí la vida no comenzó hasta el día en que te vi.
A dónde podrá ir el que hasta aquí llegó, si más allá sólo fueron los muertos.
A la intemperie, se va infiltrando el viento hasta mi alma.
A picasso, hasta los que le detestan, le soportan, porque nunca usa el talento. Sólo usa el genio. Sus obras nunca son pensamientos. Son actos.
Al que juró hasta que ya nadie confió en él; mintió tanto que ya nadie le cree; y pide prestado sin que nadie le dé; le conviene irse a donde nadie lo conozca.
Algunas personas fascinan con el beso, la palabra y un tacto que excita hasta la materia más ciega. Son seres humanos que palpitan con la vida sin permitirse descanso.
Ama hasta convertirte en lo amado, es más, hasta convertirte en el amor.
Ama hasta que te duela. Si te duele es buena señal.
Amantes viejos, sobran las palabras para entendernos. Todo lo hemos dicho y hasta nuestro silencio es un dulce silencio repetido.
Amor, cuántos caminos hasta llegar a un beso, ¡qué soledad errante hasta tu compañía!
Aprendí pronto que al emigrar se pierden las muletas que han servido de sostén hasta entonces, hay que comenzar desde cero, porque el pasado se borra de un plumazo y a nadie le importa de dónde uno viene o qué ha hecho antes.
Aquí jadeo hasta acabar la sangre clavada en la canción mi lanza triste, hasta que el fruto de su viejo vientre lance al estrago la materna esfinge.
Busca dentro de ti la solución de todos los problemas, hasta aquellos que creas más exteriores y materiales.
Como suele decirse, persigue al mentiroso hasta el umbral de su mentira.
Con azúcar y miel, hasta los caracoles saben bien.
Con dinero baila el perro, y con un poco más hasta el dueño.
Con un poder absoluto hasta a un burro le resulta fácil gobernar.
Concentra todos tus pensamientos en el trabajo que estás haciendo. Los rayos de sol no queman hasta que se concentran en un punto.
Contra la estupidez, hasta los dioses luchan en vano.
Cuando desciende el sol de la cultura, hasta los enanos proyectan grandes sombras.
Cuando el león envejece hasta las moscas le atacan.
Dar hasta que duela y cuando duela dar todavía más.
Debemos amar la oración. La oración dilata el corazón hasta el punto de hacerlo capaz de contener el don que dios nos hace de sí mismo.
Debo poner mi vida en peligro y venir hasta Pakistán porque creo que el país está en peligro. La gente está preocupada. Vamos a sacar al país de esta crisis.
Desde el nacimiento hasta la muerte, de lunes a lunes, de la mañana a la noche, todas las actividades están rutinizadas y prefabricadas.