Lo contrario de la hipérbole es el trabajo: exactitud, reflexión, precisión. Es dificil hacer del idioma un instrumento exacto y dúctil; y es fácil salir del paso con un superlativo que no dice nada.
Lo que con mucho trabajo se adquiere, más se ama.
Lo que dicen las palabras no dura. Duran las palabras. Porque las palabras son siempre las mismas y lo que dicen no es nunca lo mismo.
Lo que importa es cuanto amor ponemos en el trabajo que realizamos.
Lo que más nos aproxima a una persona es esa despedida, cuando acabamos separandonos, porque el sentimiento y el juicio no quieren ya marchar juntos; y aporreamos con violencia el muro que la naturaleza ha alzado entre ella y nosotros.
Lo que separa el talento individual del éxito es la cantidad de trabajo esforzado y difícil que la persona pone.
Los artistas piensan según las palabras. Los filósofos, según las ideas.
Los conceptos están incluidos en las palabras.
Los diplomáticos tienen garantizado por mucho tiempo su trabajo, porque no parece probable que los ordenadores a corto plazo aprendan a beber champange y a comer langosta.
Los hijos aprenden poco de las palabras; sólo sirven tus actos y la coherencia de éstos con las palabras.
Los hombres que tienen una tormentosa vida interior y que no buscan desahogo en sus palabras o en sus escritos, son simplemente hombres que no tienen una tormentosa vida interior.
Los mejores hombres son los de pocas palabras.
Los que poseen el espíritu de discernimiento saben cuanta diferencia puede mediar entre dos palabras parecidas, según los lugares y las circunstancias que las acompañen.
Más confío en el trabajo que en la suerte.
Más se estima lo que con más trabajo se gana.
Me cuesta bajar el poema del aire, allí donde me hundo con el plumaje vertical de las palabras. Rozando el infierno y el invierno el poema es un dios de pies ligeros apaleado por las estrellas.
Me gusta y me fascina el trabajo. Podría estar sentado horas y horas mirando a otros cómo trabajan.
Medir las palabras no es necesariamente endulzar su expresión sino haber previsto y aceptado las consecuencias de ellas.
Mejor duerme el pobre que el que tiene que guardar con solicitud lo que con trabajo ganó y con dolor ha de dejar.
Mejor que con palabras la sinceridad se muestra con acciones.
Mejor se guarda lo que con trabajo se gana.
Mi padre siempre me decía: encuentra un trabajo que te guste y no tendrás que trabajar un solo día de tu vida.
Mi trabajo es cantar todo lo bello, encender el entusiasmo por todo lo noble, admirar y hacer admirar todo lo grande.
Mira si será malo el trabajo, que deben pagarte para que lo hagas.
Mis palabras suben volando, mis pensamientos se quedan aquí abajo; palabras sin pensamientos nunca llegan al cielo.