Sin palabras, vengadores, negamos solitarios la facultad de despertarnos mutuamente voluptuosidad.
Soy gran creyente en la suerte, y he descubierto que mientras más duro trabajo, más suerte tengo.
Tan imposible es avivar la lumbre con nieve, como apagar el fuego del amor con palabras.
Todos los hombres se parecen por sus palabras; solamente las obras evidencian que no son iguales.