No es verdad que se haya hecho fortuna cuando no se sabe disfrutar de ella.
No existe ningún punto de partida si no se sabe bien a donde ir.
No hay ley sin agujero para quien sabe encontrarlo.
No hay ningún viento favorable para el que no sabe a que puerto se dirige.
No hay viento favorable para el que no sabe donde va.
No sabe hablar quien no sabe callar.
No sabe lo que es descanso quien no sabe lo que es trabajo.
No sabe más el que más cosas sabe, sino el que sabe las que más importan.
No sabe qué es amor quien no te ama, no sabe qué es amor quien no te mira...
No sabe ser rey el que teme mucho el odio ajeno.
No sabe tornar a su dueño la vergüenza que se fue.
No se sabe quien goza más; si la mujer cuando se casa o el hombre cuando enviuda.
No te avergüences de someterte a las leyes y al que sabe más que tú.
Nunca se va tan lejos como cuando no se sabe adónde se va.
Nunca sopla viento favorable para el marino que no sabe en qué puerto fondear.
Pero ya sabe usted que quien ama no recuerda largo tiempo el agravio.
Pide consejo al que sabe corregirse a sí mismo.
Porque aunque nadie sabe lo que a nadie le digo, la noche entera es corta para soñar contigo y todo el día es poco para pensar en ti
Preferiría perder a mi mejor amigo antes que a mi peor enemigo. Ya sabe usted que para tener amigos sólo se necesita ser bondadoso; pero cuando a un hombre no le queda un enemigo es que debe de haber en él algo mezquino.
Qué sabe del amor quien no ha tenido que despreciar precisamente lo que más amaba.
Quien cree en Dios, le reza. Quien lo sabe, trabaja.
Quien de verdad sabe de que habla, no encuentra razones para levantar la voz.
Quien ha sabido preservar su decoro sabe lo que vale el ajeno, y lo respeta.
Quien ha visto vaciarse todo, casi sabe de qué se llena todo.
Quien no ha probado lo amargo no sabe lo que es dulce.