Las desgracias, al igual que la fortuna, sólo llegan cuando las hemos buscado con nuestros actos.
Las palabras están llenas de falsedad o de arte; la mirada es el lenguaje del corazón.
Lo que se necesita para conseguir la felicidad, no es una vida cómoda, sino un corazón enamorado.
Los ciegos pueden al tacto comprobar lo amado, mi corazón es todo tacto para tu presencia.