El recuerdo que deja un libro es más importante que el libro mismo.
El tiempo es como el viento, arrastra lo liviano y deja lo que pesa.
El tiempo es un buen maestro, solo que lamentablemente, asesina a todos sus discípulos.
El tiempo es un gran maestro que arregla muchas cosas.
El tiempo se vuelve sigiloso cuando se le reclama por los vestigios que deja a su paso.
El verdadero discípulo es el que supera al maestro.
Empleo las palabras que me has enseñado. Si no significan nada, enséñame otras. O deja que me calle.
En las cosas humanas hay una marea que si se toma a tiempo conduce a la fortuna; para quien la deja pasar, el viaje de la vida se pierde en bajíos y desdichas.
Enséñame a comer en otras manos, a no escribir poemas con tu huella, a apagar toda luz que tú encendiste, a separar el ruido de tu nombre de las cosas soñadas, de las cosas queridas.
Es un pensamiento que no conduce a nada, una matemática que no establece nada, un arte que no deja obra, una arquitectura sin materia. Pero ha demostrado, sin embargo, ser más perdurable, a su modo, que los libros o que cualquier otro monumento.
Escucha con la cabeza, pero deja hablar al corazón.
Esta es la primera época que ha prestado mucha atención al futuro, lo cual no deja de ser irónico, ya que tal vez no tengamos ninguno.
Hay un límite en que la tolerancia deja de ser virtud.
Haz mil favores y deja de hacer uno, como si no hubieras hecho ninguno.
Hoy mismo deja de criticar tu cuerpo. Acéptalo tal cual es sin preocuparte de la mirada ajena. No te aman porque eres bella. Eres bella porque te aman.
Indaga en tu corazón en busca de las injusticias que aun recordando, perdónalas y deja que se vayan.
La alondra se estira y se deja caer. Si verde es la cebada.
La buena didáctica es aquella que deja que el pensamiento del otro no se interrumpa y que le permite, sin notarlo, ir tomando buena dirección.
La cólera da ingenio a los hombres apagados, pero los deja en la pobreza.
La conversación más agradable es aquella de la que no se recuerda nada con precisión, pero deja una impresión general agradable.
La existencia dividida por la razón deja siempre un resto.
La felicidad también deja marcas. Pero pocas veces son indelebles.
La guerra deja ardua herencia de guerras.
La Historia es el mejor maestro con los pupilos distraídos.
La huella de un sueño no es menos real que la de una pisada.