Si usted puede caminar, usted puede bailar; si usted puede hablar, usted puede cantar.
Si yo no hubiera sido, el alma mía repartida pondría en cada cosa una chispa de amor...
Siempre vives, alma mía, en mis recuerdos de amor, como el perfume en la flor.
Siempre, amor... (¡Y estas dos palabras naúfragas, entre alma y piel clavadas contra el viento!).
Sólo la renovación puede mantener, el que se queda parado, se retrasa.