No es fácil estar sola, otras personas te miran con ojos impacientes como de sala de espera.
No existe la casualidad, y lo que se nos presenta como azar surge de las fuentes más profundas.
No fue más que un poco de miel pero calentó mi cuerpo y en mi alma brilla aún como un gran sol.
No han llegado palabras sino actos al poema. ¿Cómo hago yo: recojo lenguaje o actos, los combino?.