Y es que en este mundo traidor, no hay verdad ni mentira: todo es según el cristal con que se mira.
Y no hables más muchacha, corazón de tiza. Cuando todo duerma, te robaré un color.
¡Cuánta confianza nos inspira un libro viejo del cual el tiempo nos ha hecho ya la crítica!
¡La Iglesia de hoy no necesita "cristianos a tiempo parcial", sino cristianos de una pieza!