Hay momentos en la vida de todo político, en que lo mejor que puede hacer es no despegar los labios.
He hecho esta carta más larga de lo usual porque no tengo tiempo para hacer una más corta.
He redactado esta carta más extensa de lo usual porque carezco de tiempo para escribirla más breve.
He reducido el mundo a mi jardín y ahora veo la intensidad de todo lo que existe.