No puedo cambiar la dirección del viento, pero puedo ajustar mis velas para llegar a mi destino.
No se deberían poner caras largas, aunque sólo fuera para no tener más superficie que afeitar.
No se puede decir nada tan absurdo como para que no haya sido dicho por algún filósofo.
No se trata de la meta. Se trata de crecer para convertirse en la persona que puede lograr esa meta.
No sé yo que haya en el mundo palabras tan eficaces ni oradores tan elocuentes como las lágrimas.
No te acostumbres a todo lo bueno que obtienes, para que puedas seguirlo viendo.
No te fies de las palabras: En esta vida encontrarás a muchas personas que viven mal y hablan bien.