La esperanza es una cosa buena, quizá la mejor de todas, y las cosas buenas nunca mueren.
Nunca será tarde para buscar un mundo mejor y más nuevo, si en el empeño ponemos coraje y esperanza.
Nunca lleves tus mejores pantalones cuando salgas a luchar por la paz y la libertad.
Quien no ha sido besado en una de esas lluviosas tardes parisinas, nunca ha sido besado.
A quien nos justifica nuestra desconfianza llamamos enemigo, ladrón de una esperanza.
A veces en la vida hay que saber luchar no sólo sin miedo, sino también sin esperanza.
Acepto todo lo que hubo. Nunca busqué mejor suerte. ¡Acaso hay algo mejor que haber amado!.
Afortunado el hombre que se ríe de sí mismo, ya que nunca le faltará motivo de diversión.
Al que tiene mujer hermosa, o castillo en frontera, o viña en carretera, nunca le falta guerra.