Tres pasiones, simples pero abrumadoramente fuertes, han gobernado mi vida: el anhelo de amor, la búsqueda del conocimiento y una insoportable piedad por el sufrimiento de la humanidad.
Triste cosa es no tener amigos, pero más triste debe ser no tener enemigos, porque quien enemigos no tenga, señal de que no tiene: ni talento que haga sombra, ni valor que le teman, ni honra que le murmuren, ni bienes que le codicien, ni cosa buena que le envidien.
Tu puedes dar sin amar, pero no puedes amar sin dar.
Tube el sexo mil veces pero nunca hice el amor.
Tus circunstancias pueden no ser de tu agrado, pero no han de seguir siendo las mismas si concibes un ideal y luchas por alcanzarlo.
Un amigo verdadero conoce tus debilidades pero te hace notar tus fortalezas; siente tus miedos pero fortifica tu fe; reconoce tu falta de habilidad pero acentúa tus posibilidades.
Un artista en ciernes puede tener las más profundas visiones, sentimientos, pero sin destreza no hay arte.
Un artista sabe que no hay belleza sin forma pero también que la forma de la belleza depende del ideal de una cultura. El artista trasciende, parcial y momentáneamente, el dilema, añadiendo un factor: no hay belleza sin mirada. Es natural que un artista privilegie a la mirada. Pero un gran artista no invita no sólo a mirar sino a imaginar.
Un aumento de sueldo es como un martini: sube el ánimo, pero sólo por un rato.
Un corazón es una riqueza que no se vende ni se compra, pero que se regala.
Un creador es un hombre que en algo "perfectamente" conocido encuentra aspectos desconocidos. Pero, sobretodo, es un exagerado.
Un dedo no hace mano, pero sí con sus hermanos.
Un fracasado es un hombre que ha cometido un error, pero que no es capaz de convertirlo en experiencia.
Un fuego moribundo. Pero súbitamente la cacerola se pone a hervir.
Un grano no hace granero, pero ayuda a su compañero.
Un guerrero de la luz usa la soledad, pero no es usado por ella.
Un hermano puede no ser un amigo, pero un amigo será siempre un hermano.
Un hombre de carácter podrá ser derrotado, pero jamás destruido.
Un hombre digno debe ayudar a los necesitados, pero no aumentar los bienes de los ricos.
Un hombre puede ser destruido pero no derrotado.
Un hombre sabio debe tener dinero en su cabeza, pero no en su corazón.
Un hombre sin virtud no puede morar mucho tiempo en la adversidad, ni tampoco en la felicidad; pero el hombre virtuoso descansa en la virtud, y el hombre sabio la ambiciona.
Un intelectual, para mí, es esto: alguien fiel a un conjunto político y social, pero que no deja de cuestionario.
Un médico puede enterrar sus errores pero un arquitecto apenas puede aconsejar a sus clientes que planten enredaderas.
Un optimista es el que cree que todo tiene arreglo. Un pesimista es el que piensa lo mismo, pero sabe que nadie va a intentarlo.