La madurez del hombre es haber vuelto a encontrar la seriedad con la que jugaba cuando era niño.
La palabra más soez y la carta más grosera son mejores, son más educadas que el silencio.
La potencia intelectual de un hombre se mide por la dosis de humor que es capaz de utilizar.
La vida es un instinto de desarrollo, de supervivencia, de acumulación de fuerzas, de poder.
Las mentes más profundas de todos los tiempos han sentido compasión por los animales.
Lo absurdo de una cosa no prueba nada contra su existencia, es, más bien, condición de ella.
Lo que hacemos no es nunca comprendido, y siempre es acogido sólo por los elogios o por la crítica.