Lo que se necesita para conseguir la felicidad, no es una vida cómoda, sino un corazón enamorado.
Lo único que necesitamos para convertirnos en buenos filósofos es la capacidad de asombro.
Los ancianos gustan de darnos buenos preceptos para consolarse de no poder darnos malos ejemplos.
Los ciegos pueden al tacto comprobar lo amado, mi corazón es todo tacto para tu presencia.
Los estados necesitan ejércitos para protegerse de sus súbditos esclavizados y oprimidos.