La única convicción auténtica que habría que tener es que nada se debe tomar demasiado seriamente.
La vida cobra sentido cuando se hace de ella una aspiración a no renunciar a nada.
La vida es un pañuelo, es un hermoso juego, es un instante de pólvora y colores y nada más.
Las guerras seguirán mientras el color de la piel siga siendo más importante que el de los ojos.
Las mujeres son un sexo decorativo. Nunca tienen, nada que decir, pero lo dicen deliciosamente.
Las opiniones son como los clavos: mientras más se golpea contra ellas,más penetran.
Las oportunidades son como los amaneceres: si uno espera demasiado, se los pierde.