Que cada hombre construya su propia catedral. ¿Para qué vivir de obras de arte ajenas y antiguas?
Que no se oiga ya que los ricos devoran a los pobres, y que la justicia es sólo para aquéllos.
Que seria de tu felicidad, radiante astro, si no tuvieras aquellos para los que brillas.
Quien escribe lo que le gusta a los demás puede ser un buen escritor pero nunca será un artista.
Quisiera tener un rizo de tu oscura cabellera, para gastarme los ojos en sólo mirar sus hebras.