Acostumbramos a cometer nuestras peores debilidades y flaquezas a causa de la gente que más despreciamos.
El día en el que el hombre se dé cuenta de sus profundas equivocaciones, se habrá acabado el progreso de la ciencia.
El diablo es optimista si cree que puede hacer peores a los hombres.
Experiencia es el nombre que damos a nuestras equivocaciones.
Hay peores cosas en la vida que en la muerte. Si has pasado una tarde con un vendedor de seguros sabes a lo que me refiero.
Hay peores cosas que quemar libros, una de ellas es no leerlos.
La mitad de nuestras equivocaciones nacen de que cuando debemos pensar, sentimos, y cuando debemos sentir, pensamos.
Las enemistades ocultas y silenciosas, son peores que las abiertas y declaradas.
Las experiencias más provechosas son siempre las peores.
Las malas leyes hallarán siempre, y contribuirán a formar, hombres peores que ellas, encargados de ejecutarlas.
Las mujeres son extremadas en todo: o son mejores o son peores que los hombres.
Los libros son, en efecto, menos finitos que nosotros mismos. Incluso los peores sobreviven a quienes los escribieron.
Los mayores progresos de la civilización se experimentan inicialmente como sus peores amenazas.
Los médicos pueden enterrar sus equivocaciones, pero un arquitecto sólo puede aconsejar a su cliente plantar yerba.
Los peores embusteros son los propios temores.
Los peores enemigos son los que aprueban siempre todo.
Los peores tiempos pueden ser los mejores si piensas con energía positiva.
Los sueños bonitos son a veces las peores torturas, porque cuanto más te alegran, mas sufres al despertar.
Peores son los odios ocultos que los descubiertos.
Por la ignorancia nos equivocamos, y por las equivocaciones aprendemos.
Ser puritano, mojigato o predicador es malo. Ser las tres cosas a la vez me recuerda los peores excesos de la Revolución Francesa.
Si se te ocurre alguna vez criticar a un colectivo, siempre serán sus peores representantes los que se den por aludidos, y, para disimular, te acusarán de calumniar precisamente a aquellos en los que no pensabas al formular tu juicio.