Los gatos son misteriosos; pasa más por su mente de lo que nunca podríamos imaginarnos.
Los hombres son fantasiosos siempre quieren lo que está prohibido: la libertad, por ejemplo.
Los maridos no son nunca amantes tan maravillosos como cuando están traicionando a su mujer.
Los mayores enemigos de la libertad no son aquellos que la oprimen, sino los que la ensucian.
Mariposas que nunca serán llevados por el viento otoñal los tristes gusanos de la mostaza.
Matar es una estupidez. Nunca debe hacerse nada de lo que no se pueda hablar en la sobremesa.