A un gran corazón, ninguna ingratitud lo cierra, ninguna indiferencia lo cansa.
A veces, la indiferencia y la frialdad hacen más daño que la aversión declarada.
El aburrimiento es la suprema expresión de la indiferencia.
Esa rápida alternancia de broma y seriedad, de interés e indiferencia, de pesar y alegría parece ser un rasgo típico del carácter irlandés.
La indiferencia del mexicano ante la muerte se nutre de su indiferencia ante la vida.
La indiferencia hace sabios y la insensibilidad monstruos.
La indiferencia y la negligencia a menudo hacen mucho más daño que la aversión absoluta.
La tolerancia y la paciencia son mucho más profundas y efectivas que la mera indiferencia.
Lo contrario del amor no es el odio, sino la indiferencia.
Nos escondemos en la fría indiferencia al sufrimiento innecesario de otros, incluso cuando lo causamos.
Prefiero los errores del entusiasmo a la indiferencia de la sabiduría.
Uno de los signos de los tiempos es la indiferencia por el mañana. Nadie sabe en que consistirá mañana la vida. Esta incertidumbre perpetua agota los nervios, a el punto en que no encontramos nada que valga la pena. Ante eso, (en tiempos modernos) chaplin nos dice que no desesperemos, ya que aunque haya qua andar por esos caminos, vale la pena hacerlo si son dos los qua andan.
¡La fuerza de la indiferencia! -es la que permitió a las piedras perdurar inmutables durante millones de años.