Cada obra de amor, llevada a cabo con todo el corazón, siempre logrará acercar a la gente a Dios.
Casi siempre que un matrimonio se lleva bien, es porque uno de los esposos manda y el otro obedece.
Cita siempre errores propios antes de referirte a los ajenos. Así nunca parecerá que presumas.
Converso con el hombre que siempre va conmigo. Quién habla solo, espera hablar con Dios un día.