Quien hace un paraíso de su pan, de su hambre hace un infierno.
Quien hijo tiene en la guerra, muerto está y vivo le espera.
Quien lleva toda su vida a su mujer sobre la espalda, cuando la deja en el suelo, ella dice: ¡Estoy fatigada!.
Quien lleve a su infancia consigo, permanecerá joven para siempre.
Quién lo diría, los débiles de veras nunca se rinden
Quien lucha por el futuro ya lo vive en el presente.
Quien lucha, puede perder; quien no lucha, ya perdió.
Quien mal anda, mal acaba.
Quién mal casa, tarde enviuda.
Quien más tiene, más quiere.
Quién me diera, flor divina, ser la gota peregrina del ligero rocío matinal, que ha vivido un sólo instante acariciada y amante, entre la sonrisa loca de tu boca de coral!.
Quien me insulta siempre, no me ofende jamás.
Quien me tiene de un hilo no es fuerte; lo fuerte es el hilo.
Quien monta un tigre corre el riesgo de no poderse bajar nunca.
Quien mucho ama no teme.
Quien mucho se baja, el culo enseña.
Quien muere de hambre, muere asesinado.
Quien nace mortal, camina hacia la muerte.
Quien no ama su trabajo, aunque trabaje todo el día es un desocupado.
Quien no amó nunca, no ha vivido jamás.
Quien no añade nada a sus conocimientos, los disminuye.
Quien no aprecia los placeres de la vida no los merece.
Quien no buscó amigos en la alegría, en la desgracia no los pida.
Quien no castiga el mal, ordena que se haga.
Quien no comprende una mirada tampoco comprenderá una larga explicación.