Es preferible fiarse del hombre equivocado a menudo, que de quien no duda nunca.
Es rey quien nada teme, es rey quien nada desea; y todos podemos darnos ese reino.
Es una reflexión penosa para un hombre considerar lo que ha hecho, comparado con lo que debió hacer.
Existe una opinión más discreta que la del hombre de mayor talento, y es la del público.
Existen mujeres que aman a un hombre de la misma manera que comen una comida anhelada...