Honraré la Navidad en mi corazón y procuraré conservarla durante todo el año.
La Navidad agita una varita mágica sobre el mundo, y por eso, todo es más suave y más hermoso.
Siendo niños éramos agradecidos con los que nos llenaban los calcetines por Navidad. ¿Por qué no agradecíamos a Dios que llenara nuestros calcentines con nuestros pies?