Quien contempla a un verdadero amigo, es como si contemplara a otro ejemplar de sí mismo.
Si quieres ganar un adepto para tu causa, convéncelo primero de que eres su amigo sincero.
Si tu mejor amigo te incrusta un puñal en la espalda... desconfía de su amistad.
Si un amigo te pide dinero, reflexiona bien cual de los dos quieres perder, sí el amigo o el dinero.