Cuando el viajero se va solo, se familiariza consigo mismo.
Viajar es la mejor manera de perderse y encontrarse al mismo tiempo.
Un viajero sabio nunca desprecia a su propio país.
Tienes que viajar globalmente para conocer qué ocurre y mantener una ventaja.
Es mejor viajar bien que llegar.
El que quiere viajar feliz, debe viajar ligero.
Hay mucha diferencia entre viajar para ver países y para ver pueblos.
El destino de uno nunca es un lugar, sino una nueva forma de ver las cosas.
Sin nuevas experiencias, algo dentro de nosotros duerme. El durmiente debe despertar.
Vagamos para distraernos, pero viajamos para realizarnos.
No soy la misma habiendo visto la luna o el otro lado del mundo.
Viajar permite huir de la rutina diaria, del miedo al futuro.
Viajar hace a un hombre sabio mejor y a uno necio peor.
Viajar es una forma de autoeducación.
Los viajeros nunca piensan que ellos son los extranjeros.
El hombre no puede descubrir nuevos océanos al menos que tenga el coraje de perder de vista la costa.
Aunque viajamos por el mundo para encontrar lo hermoso, debemos llevarlo con nosotros o no lo encontraremos.
Viajar enseña la tolerancia.
Viaja más rápido el que viaja solo.
No viajo para ir a alguna parte, sino para ir. Viajo por amor a los viajes. El asunto es moverse.