A cualquier dolencia, es remedio la paciencia.
A cualquier dolor, paciencia es lo mejor.
A lo que no puede ser, paciencia.
A los que tienen paciencia, las perdidas se les convierten en ganancias, los trabajos en merecimientos y las batallas en coronas.
Al que la razón no pudo dar remedio, muchas veces se lo dio la paciencia.
Con el tiempo y la paciencia se adquiere la ciencia.
Cuando fuiste martillo no tuviste clemencia, ahora que eres yunque, ten paciencia.
El dinero lo ganan todos aquellos que con paciencia y fina observación van detrás de los que lo pierden.
El pescar con caña, requiere paciencia y maña.
En el marido prudencia, en la mujer paciencia.
Hay que tener la paciencia como compañera inseparable.
Humildad y paciencia, ambas van por una senda.
La Ilusión despierta el empeño y solamente la paciencia lo termina.
La paciencia comienza con lágrimas y, al fin, sonríe.
La paciencia en un momento de enojo evitará cien días de dolor.
La paciencia es agria, pero tiene una fruta dulce.
La paciencia es amarga, pero sus frutos son dulces.
La paciencia es buena ciencia.
La paciencia es la fortaleza del débil y la impaciencia, la debilidad del fuerte.
La paciencia es la llave del paraíso.
La paciencia es la madre de la ciencia.
La paciencia es la más heroica de las virtudes, precisamente porque carece de toda apariencia de heroísmo.
La paciencia es un árbol de raíz amarga pero de frutos muy dulces.
La paciencia es una virtud calumniada, quizá porque es la más difícil de poner en práctica.
La paciencia tiene más poder que la fuerza.