El pesimismo conduce a la debilidad; el optimismo al poder.
El pesimismo lleva a la debilidad, el optimismo al poder.
Mi pesimismo no es sino una variedad del optimismo.
Tengo mi propia versión del optimismo. Si no puedo cruzar una puerta, cruzaré otra o haré otra puerta. Algo maravilloso vendrá, no importa lo oscuro que esté el presente.