Creo que cualquier éxito en la vida se hace al entrar en una zona con un optimismo ciego y furioso.
El amor es mejor que la ira. La esperanza es mejor que el miedo. El optimismo es mejor que la desesperación. Llenémonos, pues, de amor, esperanza y optimismo. Y vamos a cambiar el mundo.
El optimismo es esencial para el logro y es también el fundamento del valor y del verdadero progreso.
El optimismo es la base del coraje.
El optimismo es la fe que conduce al logro. Nada puede hacerse sin esperanza y confianza.
El optimismo es la locura de insistir en que todo está bien cuando somos desgraciados.
El optimismo es una fuente de riqueza.
El optimismo es vida; el pesimismo, un suicidio lento.
El optimismo hace que una vida más feliz y significativa.
El optimismo perpetuo es un multiplicador de fuerzas.
El optimismo se niega a creer que el camino termina sin opciones.
El pesimismo conduce a la debilidad, el optimismo al poder.
Elige ser positivo, constructivo. El optimismo es el hilo conductor hacia el éxito.
La fe y el optimismo son contagiosos.
La mayor emoción en la creación es el puente hacia el optimismo.
Mi optimismo lleva botas pesadas y es fuerte.
Optimismo es una opción, amor es una opción, bondad es una opción. Sea cual sea la opción que elijas, elige con sabiduría.
Para encontrar el optimismo, busca las cosas buenas de la vida.
Contra el optimismo no hay vacunas.
El optimismo empieza con una mueca explícita y el pesimismo termina con gafas de sol. Además, los dos son simples poses.
El optimismo es el rasgo humano más importante, porque nos permite mejorar nuestra situación y esperar un mañana mejor.
El optimismo es esencial para el progreso verdadero.
El optimismo es la base del valor.
El optimismo es la creencia de que todo es hermoso.
El optimismo perpetuo es una multiplicador de fuerzas.