El hombre superior es impasible por naturaleza: le da igual que le elogien o censuren.
El inconsciente no es algo malo por naturaleza, es también la fuente de bienestar. No sólo oscuridad sino también luz, no sólo bestial y demoníaca, sino también espiritual y divina.
El justo y el injusto no son productos de la naturaleza, sino de la ley.
El mar, por su naturaleza, estaría tranquilo y quieto si los vientos no lo revolvieran y turbaran. De la misma manera el pueblo estaría quieto y sería dócil si oradores y sediciosos no lo removiesen y agitasen.
El progreso celebra victorias pirricas sobre la Naturaleza.-
El progreso no es un accidente, es una necesidad, una parte de la naturaleza.
El sexo es una trampa de la naturaleza para no extinguirse.
El sexo forma parte de la naturaleza. Y yo me llevo de maravilla con la naturaleza.
El sueño y la esperanza son los dos calmantes que la naturaleza concede al hombre.
El universo no es más que una enorme ciudad, llena de seres, divinos y humanos que por naturaleza se aman unos a otros.
El uso de las facultades que me concedió la naturaleza es el único placer que no depende de la ayuda de la opinión ajena.
El vino, mientras más se envejece, más calor tiene: al contrario de nuestra naturaleza, que mientras más vive, más se va enfriando.
Elige sólo una maestra: la naturaleza.
En la naturaleza del hombre encontramos tres causas principales de querella: la competencia, la difidencia y la gloria.
En la naturaleza están todos los estilos futuros.
En la naturaleza las cosas están mucho más separadas que las almas.
En la naturaleza nada hay superfluo.
En la naturaleza no existen ni premios ni castigos. Solo existen consecuencias.
En parte, el arte completa lo que la naturaleza no puede elaborar y, en parte, imita a la naturaleza.
Hay un libro abierto siempre para todos los ojos: la naturaleza.
Jamás dice la naturaleza una cosa y otra la sabiduría.
La alegría de ver y entender es el más perfecto don de la naturaleza.
La belleza humana es el lujo de la naturaleza.
La ciudad (polis) es una de las cosas que existen por naturaleza; y el hombre es, por naturaleza, un animal político.
La costumbre es una segunda naturaleza.