La amistad es como la música; dos cuerdas del mismo tono vibrarán ambas, aunque sólo se toque una.
La arquitectura es una música de piedras y la música, una arquitectura de sonidos.
La música compone los ánimos descompuestos y alivia los trabajos que nacen del espíritu.
La música debe hacer saltar fuego en el corazón del hombre, y lágrimas de los ojos de la mujer.