No es verdad que el matrimonio sea indisoluble. Se disuelve fácilmente en el aburrimiento.
Para tener un matrimonio feliz se necesita tener madurez intelectual, económica y emocional.
Para un buen matrimonio hay que enamorarse muchas veces, siempre de la misma persona.
Se llama matrimonio de conveniencia a un matrimonio de personas que no se convienen en absoluto.
Siempre es incompresible para un hombre ver como una mujer rechaza una oferta de matrimonio.
Todas las tragedias concluyen en una muerte; todas las comedias terminan en un matrimonio.