La buena conciencia es tan alegre, que hace alegres a todas las molestias de la vida.
La incertidumbre es una margarita cuyos pétalos no se terminan jamás de deshojar.
La infancia es a veces un paraíso perdido. Pero otras veces es un infierno de mierda.
La moral se esgrime cuando se está en la oposición; la política, cuando se ha obtenido el poder.
La paternidad y los espejos son abominables, porque multiplican el número de hombres.