Cada uno de nosotros está solo y, cuanto antes un hombre lo comprenda, mejor para él.
Cada uno tiene el máximo de memoria para lo que le interesa y el mínimo para lo que no le interesa.
Cambiar de idioma, para un escritor, es como escribir una carta de amor con un diccionario.
Como a nadie se le puede forzar para que crea, a nadie se le puede forzar para que no crea.
Como todos los jóvenes arranqué para ser un genio, pero afortunadamente la risa intervino.