Saber y saberlo demostrar es valer dos veces.
Dios te ha dado un regalo de 86.400 segundos hoy. ¿Has utilizado uno para decir gracias?
¡Venturoso aquel a quien el cielo dio un pedazo de pan, sin que le quede obligación de agradecérselo a otro que al mismo cielo!
La gratitud, como ciertas flores, no se da en la altura y mejor reverdece en la tierra buena de los humildes.
La gratitud en silencio no sirve a nadie.
Demos gracias a los hombres y a las mujeres que nos hacen felices, ellos son los encantadores jardineros que hacen florecer a nuestros espíritus.
Mientras el río corra, los montes hagan sombra y en el cielo haya estrellas, debe durar la memoria del beneficio recibido en la mente del hombre agradecido. Vive como si fueras a morir mañana, aprende como si fueras a vivir para siempre.
El que da, no debe volver a acordarse; pero el que recibe nunca debe olvidar.
No puede responder otra cosa que gracias y gracias.
Es tan grande el placer que se experimenta al encontrar un hombre agradecido que vale la pena arriesgarse a no ser un ingrato.
Me gustaría agradecértelo de todo corazón, pero para tí, mi querido amigo /a, mi corazón no tiene fondo.
Uno puede devolver un préstamo de oro, pero está en deuda de por vida con aquellos que son amables.