Siempre vives, alma mía, en mis recuerdos de amor, como el perfume en la flor.
Siempre, amor... (¡Y estas dos palabras naúfragas, entre alma y piel clavadas contra el viento!).
Sólo hay un remedio para las canas. Lo inventaron los franceses. Se llama guillotina.
Sólo hay una posición para un artista en cualquier lugar, y es estar en posición vertical.
Sólo la fantasía permanece siempre joven; lo que no ha ocurrido jamás no envejece nunca.