Lo bello es siempre raro. Lo que no es ligeramente deforme presenta un aspecto inservible.
Lo bueno necesita aportar pruebas; lo bello no. El mejor cosmético para la belleza es la felicidad.
Lo que hacemos no es nunca comprendido, y siempre es acogido sólo por los elogios o por la crítica.
Lo que se hace con precipitación nunca se hace bien; obrar siempre con tranquilidad y calma.