Un poco de imaginación y un poco de amabilidad son a menudo más valiosos que una gran cantidad de dinero.
Vive el momento en el que eres amable con alguien, porque ese momento no será olvidado por otra persona.
Creo que sí mirásemos siempre al cielo acabaríamos por tener alas.
No solemos considerar como personas de buen sentido sino a los que participan de nuestras opiniones.
. . . Y sobre todo, sean siempre capaces de sentir en lo más hondo cualquier injusticia cometida contra cualquiera en cualquier parte del mundo. Es la cualidad más linda de un revolucionario.
A buen adquiridor, buen expendedor.
A buen amigo buen abrigo.
A buen bocado, buen grito.
A buen capellán, mejor sacristán.
A buen entendedor, pocas palabras bastan.
A buen sueño no hay mala cama.
A buen viento, mucha vela pero poca tela.
A donde el corazón se inclina, el pie camina.
A fuerza de construir bien, se llega a buen arquitecto.
A las mujeres les gusta sobre todo salvar a quien las pierde.
A los curas caso omiso, y para mí un buen piso.
A manos frías, corazón ardiente.
A mi perro pimperl dele usted una porción de tabaco español, un buen pan y tres besitos.
A ratón con buen olfato, nunca lo sorprende el gato.
A ti las quejas de mi mal profundo, hermosa sin ventura, yo te envío: mis versos son tu corazón y el mío.
A un gran corazón, ninguna ingratitud lo cierra, ninguna indiferencia lo cansa.
A veces los árboles se rompen sobre el peso de sus propias frutas.
A veces mi corazón va donde mi voz no llega.
Abandonar puede tener justificación; abandonarse, no la tiene jamás.
Adelgazar es fácil: basta con tener apetito de las cosas que no gustan.