No quiero pensar porque no quiero que el dolor del corazón se una al dolor del pensamiento.
No se debe juzgar a los hombres por su fisonomía, sobre todo, sin ponerlos a prueba.
No se deberían poner caras largas, aunque sólo fuera para no tener más superficie que afeitar.
No se puede tener otra tarea en cuanto a la vida que la de conservarla hasta morir.