Lo que se necesita para conseguir la felicidad, no es una vida cómoda, sino un corazón enamorado.
Los ciegos pueden al tacto comprobar lo amado, mi corazón es todo tacto para tu presencia.
Los días no adquieren sabor hasta que uno escapa a la obligación de tener un destino.
Los hombres de genio son fuerzas químicas etéreas que operan sobre la masa del intelecto neutra.
Los hombres suelen, si reciben un mal, escribirlo sobre el mármol; si un bien, en el polvo.