Temer al amor es temer a la vida, y los que temen a la vida ya están medio muertos.
Tengo yo la entrada de tus recuerdos, quietos, encerrados en mis caricias: forma de tu vida.
Toda alegría no es más que un olvido momentáneo de la tragedia esencial de la vida.
Toda guerra termina en que: sobre el cuerpo del vencido cae exhausto el cuerpo del vencedor.
Todas las batallas en la vida sirven para enseñarnos algo, inclusive aquellas que perdemos.
Todo aquello que logran o dejan de lograr en su vida, es el resultado directo de sus pensamientos.
Todo hombre que conozco es superior a mí en algún sentido. En ese sentido, aprendo de él.
Todo lo que logras o pierdes a lo largo de tu vida es el resultado directo de tus pensamientos.
Todo nuestro conocimiento arranca del sentido, pasa al entendimiento y termina en la razón.