Se valiente y vive tu vida desde tu corazón, no necesitas permiso de nadie para ser feliz.
Tú puedes, tú deberías, y si eres lo suficientemente valiente para empezar, tú lo harás.
Cuando Dios te da un don, también te da un látigo, y el látigo es únicamente para autoflagelarse.
...Para mí, era el pan, era la nieve; ya la nieve no es blanca, el pan no sabe a nada.
A fin de cuentas las opiniones no son más importantes que las personas como para separarlas.