¡ay!. Supe más tarde que, preocupada por su propia carrera, jamás oyó mi nombre, ni supo de mis luchas, mi concierto o mi éxito. Hector Berlioz
¡ay!. Supe más tarde que, preocupada por su propia carrera, jamás oyó mi nombre, ni supo de mis luchas, mi concierto o mi éxito.