Los que se revolvieron contra las primeras invasiones de la maquinaria industrial tenÃan razón: quizá no en pensar que reducirÃan el número de trabajadores, pero si en pensar que reducirÃan el número de los dueños. Gilbert Keith Chesterton
Los que se revolvieron contra las primeras invasiones de la maquinaria industrial tenÃan razón: quizá no en pensar que reducirÃan el número de trabajadores, pero si en pensar que reducirÃan el número de los dueños.