Soy el hombre más sencillo que existe, pero cuando siento un "grito" en mÃ, no acepto transformarlo en una "vocecilla" para complacer a los mudos y a los tartamudos. Pues yo no deseo agradar a nadie, ni tener discÃpulo ni ser discÃpulo. He venido a este mundo por algunos instantes y quiero lanzar un grito y partir. Nada más.
Nikos Kazantzakis