Algunas veces en la vida conviene tener los ojos muy abiertos, otras a la mitad y otras más bien cerrados. La cuestión está en saber cómo cada vez. Domenico Cieri Estrada
Algunas veces en la vida conviene tener los ojos muy abiertos, otras a la mitad y otras más bien cerrados. La cuestión está en saber cómo cada vez.