Las órdenes y las costumbres tienen una cosa en común: parece que vienen de fuera que se te imponen sin pedirte permiso. En cambio, los caprichos te salen de dentro. Fernando Savater
Las órdenes y las costumbres tienen una cosa en común: parece que vienen de fuera que se te imponen sin pedirte permiso. En cambio, los caprichos te salen de dentro.