Y asà dos orillas tu corazón y el mÃo, pues, aunque las separa la corriente de un rÃo, por debajo del rÃo se unen secretamente. Jose Angel Buesa
Y asà dos orillas tu corazón y el mÃo, pues, aunque las separa la corriente de un rÃo, por debajo del rÃo se unen secretamente.