Ayer pasó Dios por mi puerta y me miró a los ojos (nunca lo habÃa visto de aquel modo inquisitivo). Hizo que repitiera el nombre que llevo entre los labios: era tu nombre, amor. Jose Luis Villatoro
Ayer pasó Dios por mi puerta y me miró a los ojos (nunca lo habÃa visto de aquel modo inquisitivo). Hizo que repitiera el nombre que llevo entre los labios: era tu nombre, amor.